domingo, abril 29, 2012

Tiétar, cincuenta años de historia, 1961-2011

Uno de los últimos servicios que prestó a Extremadura el anterior presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, fue la aprobación del decreto de creación del municipio de Tiétar con fecha 1 de julio de 2011. Desde octubre del año 2005, Tiétar, era Entidad Local Menor y prácticamente desde el año 1961 y posteriores, en que llegaron las primeras familias de colonos de Bohonal de Ibor, El Gordo, Berrocalejo, Peraleda de la Mata, Madroñera,  comarca de la Vera,  y en mayor número de Serradilla y Talavera la Vieja, Tiétar  ha sido una pedanía del Ayuntamiento de Talayuela. Resulta sorprendente que  en nuestra denominada "democracia",  palabra de origen griego compuesta de dos palabras: demos que significa pueblo y kratos, poder o gobierno, se necesiten cincuenta años para tener señas propias de identidad o ser dueños del propio destino. Son muchos los vecinos de Tiétar que han formado parte de su reciente historia y que han muerto sin lograr su legítima autonomía, su deseado gobierno del pueblo. Desde 1977 en que se instaura la democracia en España,  Tiétar ha votado en las elecciones municipales para que otros vecinos, los de Talayuela o sus representantes, y no ellos mismos, administren localmente sus vidas, sus cultivos y su patrimonio. Han tardado treinta y cuatro años de vida democrática en lograr su independencia de Talayuela y tener ayuntamiento propio. No obstante,  el sentimiento de identidad y su voluntad de independencia llevaba arraigado  muchos años antes.

Con el nombre de Tiétar del Caudillo, en la provincia de Cáceres, nace uno de los pueblos agrícolas denominados de Colonización, próximo al río Tiétar y a Madrigal de la Vera, mi lugar de nacimiento, regado con sus aguas  a través de los canales del pantano de Rosarito, construido en 1940. Tiétar,  pueblo tabaquero, sencillo y querido, en el que tengo especiales vínculos de afecto entrañables y en el que he pasado temporadas inolvidables de mi adolescencia y juventud.  Es común en  las dictaduras de izquierda y de derecha  la  exaltación o los símbolos de los dictadores y el reconocimiento de sus obras. La denominada Ley de Colonización de 1949 pertenece a la época de la Dictadura española y en un decreto de  1954 se concretan los nuevos pueblos en la zona regable por los canales del pantano de Rosarito. El anterior gobierno, del PSOE, publica la llamada Ley de Memoria Histórica que en el punto primero de su artículo 15 dice: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”. Desconozco la fecha en que el Ayuntamiento de Tiétar o de Talayuela  suprimen o eliminan la denominación "del Caudillo" y si ha sido como consecuencia de la Ley de Memoria Histórica o anterior a ésta. A título de comentario, y sin mayor trascendencia, hay todavía en España diez o doce pueblos que mantienen el nombre de Franco o Caudillo y alguno de ellos está gobernado por el partido socialista. Repudio toda clase de dictadura de cualquier signo político y luché en la medida de mis posibilidades testimoniales e intelectuales para que se instaurara la democracia en España durante gran parte de los 29 años que viví bajo el régimen franquista establecido tras  la guerra "incivil" española de nuestros mayores en que  coexistieron el heroísmo y las atrocidades, la intolerancia y el fanatismo, el odio y el miedo, por fortuna, voluntad y civismo superados.

Pero hoy toca hacer un reconocimiento en la persona del alcalde de Tiétar, Luis Perona Timón,   por la loable iniciativa de editar un excelente libro que da título a mi blog de esta semana: Tiétar, cincuenta años de historia, 1961-2011.  La dedicatoria es elocuente: A todos los hombres y mujeres que hace cincuenta años, con su esfuerzo y tesón, comenzaron la andadura de fundar un pueblo: Tiétar. Lo más encomiable de este proyecto colectivo es que la mayoría de los vecinos han aportado más de ochocientas fotografías de su vida diaria, tradiciones, costumbres, fiestas,  aficiones, ocio, deporte, formación y salud. Al margen de reencontrarme en alguna de las fotografías con mi juventud- y ya peino canas- he revivido momentos y recuerdos imborrables que he compartido con familiares,  amigos y vecinos que están en muchas de ellas y con otros que ya nos han dejado pero su recuerdo permanece vivo en nuestro corazón. He leído con detenimiento el capítulo dedicado a los que eran Guardas de Canal y he recordado con cariño y gratitud cuando en agosto de 1961, mis tíos Félix Fraile y Leandra Blázquez, ya bisabuelos, que desde hace muchos años viven en Tiétar,  llegaron con gran ilusión y esperanza como guardas del canal de Rosarito a vivir en una casa de caminero, en pleno campo. camino del cementerio próxima al propio canal. Allí me recibían con apenas 13 años durante las vacaciones de Navidad y Verano como  un hijo más junto a mis primos, Félix, Leandro, Carmen, Alicia, Ángel y Mario, actualmente todos casados y algunos de ellos abuelos. Les estoy eternamente agradecido. Felicito a todos los que han hecho posible este libro, testimonio imperecedero de 50 años de historia y memoria colectiva.

lunes, abril 16, 2012

El GPS de las palomas mensajeras

He leído una noticia en la revista británica Nature sobre el instinto y sentido de orientación de las palomas mensajeras por la que siempre había sentido una cierta curiosidad. Hace muchos años tenía un amigo valenciano de los  que se quedan en el camino tras fenecer nuestra estrecha amistad, que en la terraza de su casa tenía un  palomar  de más de 150 mensajeras con las que realizaba "competiciones de vuelos" a nivel nacional e internacional. Pertenecía a la Real Federación Colombófila Española.

Con alguna frecuencia, cuando salía de viaje en coche a cualquier lugar de España, me facilitaba en una caja de cartón 8 o 10 palomas mensajeras que guardaba en el maletero del vehículo. Una vez llegaba al lugar de destino, de día o de noche, abría la caja, soltaba las palomas e iniciaba mi rutinaria observación. No tengo referencias de los metros de altura pero cuando las soltaba a la luz de un día claro, iniciaban raudas el vuelo, y observaba que  el bando completo  se juntaba  sobre la vertical de mi posición, volaba durante unos minutos  en círculo, daba tres o cuatro vueltas y, como ejército en formación, iniciaba una trayectoria norte, sur, este u oeste y desaparecía de mi vista. Al día siguiente, llamaba a mi amigo el colombófilo, y dependiendo de la distancia,  habían regresado todas o casi todas las palomas. Han pasado años pero creo recordar que el máximo de pérdidas nunca pasaba de dos.

Reconozco, sin ambages, que no tengo  buen sentido de la orientación  especialmente en la noche cuando estoy en una ciudad desconocida o cuando tengo que buscar mi coche en un gran aparcamiento urbano o aeroportuario. Por esto, si cabe, me resulta más atractiva esta noticia por si es aplicable a algunas de mis carencias neurológicas. Parece que, hasta ahora, la hipótesis de la comunidad científica era que los pájaros, en general, se orientaban gracias al campo magnético (magnetorecepción) que se situaba bajo la piel que recubre la parte superior del pico de los pájaros. Según esta idea, las células nerviosas contenían pequeños cristales de magnetita, un óxido de hierro que explicaría la sensibilidad magnética.

El nuevo estudio en Nature realizado por David Keays y colegas del Instituto de Patología Molecular de Viena parece excluir la anterior hipótesis. Manifiestan que las células ricas en hierro de los picos de las palomas son en realidad macrofagias y no neuronas o células nerviosas. Los científicos dan por hecho que todos sabemos lo que son las macrofagias, una palabra de origen griego compuesta por  (makros = grande y phagein = comer). La macrofagia se produce en los animales que realizan de forma activa la selección y la captura del alimento, en el caso de las palomas con las patas y el pico. Estos animales “devoran” o fagocitan el material celular y se encaminan hacia el correspondiente órgano donde regeneran las células de ese órgano. Las macrofagias son partes esenciales del sistema inmunitario y ayudan a destruir partículas extrañas, bacterias y otras células. Los investigadores han utilizado el IRM y el escaner para realizar una cartografía de las células ricas en hierro de la parte superior del pico de las palomas mensajeras. Así se expresan: Una variación inesperada en su distribución y número, observación incompatible con una función en la sensibilidad magnética. El equipo de Viena ha demostrado que los depósitos de hierro en el pico de las palomas no eran cristalinos sino depósitos orgánicos y que este hierro no pertenecía a las neuronas sino a las macrofagias, explica Hervé Cadiou, del CNRS, que ha participado en el estudio. El propio Hervé manifiesta: Hay muchas pruebas para afirmar que la paloma tiene un verdadero sistema de navegación en la cabeza, como un GPS: es capaz de de registrar valores del campo magnético pero igualmente localizaciones visuales e índices olfativos.

Posiblemente yo tenga bajas las macrofagias y deba recurrir más que otros al GPS electrónico ante la falta del GPS natural. Sin embargo mis índices olfativos son excelentes y en lugar de paloma mensajera me identifique más con los perros de inspección.