domingo, julio 22, 2012

Coherencia y sensatez

Vivimos tiempos de tanta insensatez y locura política nacional que el gobierno de Zapatero nos decía mentiras que parecían verdades: "Tenemos el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional." Y el gobierno de Rajoy nos dice verdades que parecen mentiras: "No hay dinero en las arcas públicas para pagar  servicios públicos."  En el gobierno socialista no había asomo de realismo, vivían en una desbocada fantasía en contra de la propia evidencia. Construyeron un mundo económico propio, ajeno a la persistente realidad. El visionario Zapatero transformó su gestión política en puro lenguaje,  en vana retórica. En el gobierno de Rajoy la información sobre la  situación económica es apocalíptica, enloquecida, de horror. Las predicciones son aterradoras para los ciudadanos, los mercados y no para la oligarquía política. Parece el fin de los tiempos, de la historia y nos esperan las peores calamidades. Nos invade un pesimismo tenaz sin un soplo de esperanza. Promueven una amnistía fiscal e incendian el lenguaje con mensajes que nos acercan al abismo para que el ahorrador coja el dinero, corra y el prestamista suba los intereses.

Ha llegado el tiempo de la sensatez, del realismo económico y de la coherencia. Necesitamos voces lúcidas y hombres de Estado de aquí o de fuera que no renuncien a su compromiso cívico, ético y moral, que eviten el empobrecimiento generalizado y la brutal caída de los niveles de vida de los españoles. Antes de la subida de impuestos o del recorte de prestaciones sociales a los ciudadanos había  que haber reducido o eliminado la burocracia estatal, la autonómica con órganos duplicados e infraestructuras ruinosas (aeropuertos, televisiones, empresas públicas etc.) y la economía improductiva de enchufados políticos para favorecer la productiva que es la generadora de riqueza y puestos de trabajo. La actual estructura del Estado y la corrupción política a todos los niveles precipitarán la ruina y el hundimiento de España.

Si Rajoy no tiene el valor o coraje para atacar los verdaderos problemas económicos, sociales o políticos de España y sigue amparado en su retórica truculenta y ramplona de recortes y subidas de impuestos "necesarios" se precipitará su impopularidad, contestación social y caída, producirá una deflación de consecuencias nefastas y sumirá, por tiempo, a millones de españoles en la miseria y el hambre.

domingo, julio 15, 2012

Sálvese quien pueda





Después de tantos años escribiendo sobre lo divino o lo humano en este blog y observando las conductas  de nuestros representantes públicos, ya no tengo argumentos políticos, sociales, económicos, filosóficos incluso morales para defender ninguna ideología. Me invade una duda que alguno de mis lectores ¡quizás! pudiera aclararme: no sé si en España estamos gobernados por los más ignorantes o, sin ningún eufemismo, por los más golfos y sinvergüenzas. Lo primero es extremadamente grave porque la ignorancia es  muy atrevida y engañosa. Los más viejos veratos consagraron un dicho: Si quieres conocer a juanillo, dale un carguillo. Salvo honrosas excepciones, los más necios suelen rodearse de memos pero en la democracia, la dictadura de los partidos políticos imprime carácter y las urnas sacralizan la incompetencia acompañada de la arrogancia. En la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Chinchón, próxima a Madrid,  he sido testigo durante varias legislaturas de  conocidos vecinos que antes de ser Concejales eran sensatos y elegidos en las urnas se han transformado en el bosón de Higgs o en la partícula de Dios. Ya no tenían dudas. Todo eran certezas. Estaban endiosados de poder y despreciaban a los que antes les habían ayudado a ganar las elecciones. Su gestión municipal terminó en varias ocasiones con inhabilitación para cargo público y condena en los Tribunales de Justicia. No eran precisamente Einstein pero para ser marqués en Sevilla solo hay que creérselo.

Para los políticos, presidentes, consejeros de cajas de ahorros o bancos y adláteres, juzgados,  convictos y confesos como golfos, sinvergüenzas y trincones de cualquier signo, siempre quedará- es mi última esperanza en la democracia- un juez libre e independiente o un fiscal anticorrupción que retorne los fondos sustraidos a la caja pública y  ponga al cuatrero a buen recaudo entre el muro y el hierro. Lamentablemente, los políticos de cualquier signo nos están enseñando, hoy,  que no son los tiempos del caballero andante en favorecer viudas, amparar jóvenes y doncellas, honrar casados  ni socorrer huérfanos. Se han perdido las buenas costumbres, la ayuda, solidaridad y solo suena un grito: "Sálvese quien pueda".

 Los españoles clamamos en el desierto porque los políticos hispanos, al contrario que los samurais japoneses, no se van hacer el propio harakiri en pleno esplendor de su vida  política. Ningún político español quiere tener una muerte política gloriosa como los samurais. ¡Ojo al dato! que diría el célebre García. Los cargos públicos ascienden en España a 445.568 personas según un estudio de la presidencia de Gobierno. Esto nos convierte en el país de la Unión Europea que más políticos tiene. Italia que es el segundo país, tiene la mitad que nosotros, unos 220.000. En el mismo nivel está Francia. Alemania tiene alrededor de 150.000 políticos, es decir casi 300.000 menos que en España, más descentralizada que nosotros, con 16 lander y 82 millones de habitantes.  En Alemania hay un político por cada 800 habitantes y en España tenemos un cargo público por cada 100 habitantes. La mayor tasa de paro de Europa y el mayor número de políticos. Parece que hay relación causa-efecto. Según el último padrón del año 2011,  España tiene  47.191.000 habitantes. Si tuviéramos la misma proporción que Alemania en el número de políticos por habitante, deberíamos tener 59.000 políticos. Quiere decir que sobran 386.568 políticos en España. Si establecemos un salario medio bruto de 35.000 euros anuales, excluyendo gastos suplidos y otros gastos colaterales de los políticos que podíamos ahorrar, España bajaría  cada año su déficit en 13.500 millones de euros, un 52% de ahorro sobre los 26.000 millones anuales que se estima con el ajuste del IVA general al 21%, la eliminación de la paga de los funcionarios, la supresión de la desgravación de la vivienda o  la subida en la retención por rendimiento de actividades profesionales.

 La reducción de los 13.500 millones de euros o una cifra similar de los sueldos políticos es segura pero el incremento del IVA no va a producir los efectos que se prevén ni los ingresos que se estiman  sino que  va a aumentar la economía sumergida, muy a pesar del ministro de Hacienda, va a frenar más el consumo y va a producir una profunda recesión económica. Y en relación al IVA general del 21% sobre salarios mínimos, nos hemos puesto por encima de numerosos países de la Unión Europea que o tienen un IVA igual o inferior al nuestro, caso de Alemania o Luxemburgo, o un salario mínimo muy superior como Luxemburgo, 1.801 euros, Irlanda, 1.462 euros, Holanda, 1.447  euros, Bélgica, 1.444 euros, Francia, 1.398 euros o Reino Unido, 1.202 euros. El gobierno de Zapatero fue nefasto pero éste es deprimente. Como ciudadano español,  recomiendo a Rajoy y sus ministros económicos que lean alguno de los capítulos del libro de Michael  E. Porter que lleva por título Ser Competitivos. ¿Qué es la estrategia? La ventaja competitiva de las naciones. Competir en varias ocupaciones: ampliar la ventaja competitiva mediante una estrategia mundial para  que transmitan algún pensamiento positivo o algo de ilusión al que quiera emprender, arriesgar o continuar.  Demuestran día a día que han llegado al gobierno de España sin ningún plan estratégico, sin brújula, sin GPS, sin sextante, y ante el barco que se hunde el único S.O.S. es "Sálvese quien pueda". No hay peor viento para el que no sabe a donde va.

domingo, julio 08, 2012

Hacer algo diferente

Me decía un querido amigo, Julián, paisano extremeño, tantos años en Roma y posiblemente con el corazón partido que no le había puesto el final al encuentro entre España e Italia de la Eurocopa 2012. Y tiene razón. Pero como se ha escrito tanto y tan bueno del triunfo de  España, resulta difícil hacer alguna aportación distinta o novedosa del éxito deportivo o del triunfo o éxito, en general. Me ha recordado   la frase de Steve Jobs cuando vuelve por segunda vez a Apple y en su nueva campaña publicitaria quiere hacer algo distinto. Reune a su equipo y crean un spot de sesenta segundos que literalmente decía: "Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A los alborotadores. A las fichas redondas en los huecos cuadrados. A los que ven las cosas de forma diferente. A ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el statu quo. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Son los que hacen avanzar al género humano. Y aunque algunos los vean como a locos, nosotros vemos su genio. Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo... son quienes lo cambian.

No cabe la menor duda que los "locos bajitos",  jugadores muy creativos, han asumido riesgos, han desafiado el fracaso, han hecho un fútbol distinto sin ningún respeto al statu quo establecido. Se han glorificado con el control, la presión,  el pase,  la velocidad y la profundidad. Y así han hecho avanzar el fútbol. En ocho años pueden lograr más triunfos que casi en un siglo. Y es una realidad que no podemos ignorar. Pasarán a la historia del fútbol por hacerlo de forma diferente. Han tenido gran éxito porque han logrado lo que deseaban. Decía Vince Lombardi, un entrenador de fútbol americano de origen italiano, que "Ganar no es lo más importante.... ¡Es lo único!