Los datos más antiguos sobre el número de vecinos en la Vera a finales del siglo XIV y principios del XV los aporta Vicente Paredes Guillén y muestran un importante crecimiento demográfico en el término de un siglo. En el período 1395-1400 se estima que en Madrigal había 60 vecinos que a una media de 3,4 habitantes por vecino asciende a un total de 204 habitantes, según el concierto que hizo el Concejo de Plasencia con el Sexmo de la Vera para el pago del impuesto de la Moneda Forera. El número de vecinos pecheros –obligados a contribuir con pechos o tributos- en 1494 era de 100 vecinos o 340 habitantes. En cien años Madrigal había tenido un crecimiento del 67%.
Durante el siglo XVI la vida transcurre de forma similar al siglo XV, aunque en un clima de mayor bonanza por la política de unidad de los Reyes Católicos. Los habitantes en el año 1532 son 107 vecinos o 364 habitantes. En 38 años hubo un crecimiento demográfico del 7%. En 1591 había 127 vecinos o 429 habitantes. El censo de este año tuvo un carácter especial y es que además del número de vecinos pecheros facilitaba el número de hidalgos, clérigos y religiosos. Madrigal tenía 126 vecinos pecheros y un clérigo. No tenía hidalgos -personas que por su sangre eran de clase noble o distinguida- ni religiosos. En toda la Vera había 22 hidalgos que se repartían de la siguiente forma: Aldeanueva (1), Arroyomolinos (4), Garganta la Olla (1), Jarandilla y Guijo (4), El Losar (8), Pasarón y Torremenga (2) y Valverde (2). En este siglo Madrigal había tenido un menor crecimiento, el 26%. Es el siglo en que dos obispos de Plasencia, Gutierre de Vargas Carvajal (1523-1559) y Pedro Ponce de León (1560-1573), van a dar un gran impulso a la construcción de nuevas iglesias en la Vera incluida la de Madrigal. Y el siglo en que se produjo la retirada de Carlos I al Monasterio de Yuste que tuvo influencia en la comarca. Llegó el Emperador a la fragosa soledad de Yuste el 3 de febrero de 1557.
El siglo XVII nos muestra la enorme regresión demográfica que sufrió nuestro pueblo en poco más de cien años, según el Vecindario de 1717 de Isidro Faxardo. De 126 vecinos en 1591 bajó a 23 vecinos en 1717. Perdió 103 vecinos, un 81,7% de la población. De 429 habitantes bajó a 79. El nuevo siglo se inicia con una recesión económica que coincide con la paralización de construcciones civiles y religiosas, agravándose posteriormente con las guerras fronterizas con Portugal y la incorporación a milicias, el empobrecimiento del campesino, la grave peste que devastó la población y la dura política tributaria del Señorío de Valverde contra el pechero. Estas crisis fueron las causas de tan fuerte caída demográfica y del grave estancamiento económico.
El siglo XVIII se inicia con un lento proceso de recuperación demográfica y una pequeña reactivación económica que produjo ligeras mejoras en las condiciones de vida locales y en el desarrollo de las bases productivas agrarias. Según el Catastro de Ensenada de 1753, Madrigal tenía 30 vecinos censados incluido el capellán, es decir alrededor de 100 habitantes. En 46 años había tenido un incremento del 26,5%. Este censo aporta una novedad: desglosa a los vecinos por profesiones. Además del capellán, había 4 viudas, pobres o menores de edad, 6 pastores o cuidadores de ganado, 12 labradores o ganaderos propietarios, 6 artesanos y 3 profesiones liberales que incluían además de las actualmente conocidas, escribanos, barberos, sangradores, administradores, recaudadores de rentas, arrendadores, cilleros -guardadores de la cámara de granos-, sacristanes, organistas y pregoneros.
Durante el siglo XVI la vida transcurre de forma similar al siglo XV, aunque en un clima de mayor bonanza por la política de unidad de los Reyes Católicos. Los habitantes en el año 1532 son 107 vecinos o 364 habitantes. En 38 años hubo un crecimiento demográfico del 7%. En 1591 había 127 vecinos o 429 habitantes. El censo de este año tuvo un carácter especial y es que además del número de vecinos pecheros facilitaba el número de hidalgos, clérigos y religiosos. Madrigal tenía 126 vecinos pecheros y un clérigo. No tenía hidalgos -personas que por su sangre eran de clase noble o distinguida- ni religiosos. En toda la Vera había 22 hidalgos que se repartían de la siguiente forma: Aldeanueva (1), Arroyomolinos (4), Garganta la Olla (1), Jarandilla y Guijo (4), El Losar (8), Pasarón y Torremenga (2) y Valverde (2). En este siglo Madrigal había tenido un menor crecimiento, el 26%. Es el siglo en que dos obispos de Plasencia, Gutierre de Vargas Carvajal (1523-1559) y Pedro Ponce de León (1560-1573), van a dar un gran impulso a la construcción de nuevas iglesias en la Vera incluida la de Madrigal. Y el siglo en que se produjo la retirada de Carlos I al Monasterio de Yuste que tuvo influencia en la comarca. Llegó el Emperador a la fragosa soledad de Yuste el 3 de febrero de 1557.
El siglo XVII nos muestra la enorme regresión demográfica que sufrió nuestro pueblo en poco más de cien años, según el Vecindario de 1717 de Isidro Faxardo. De 126 vecinos en 1591 bajó a 23 vecinos en 1717. Perdió 103 vecinos, un 81,7% de la población. De 429 habitantes bajó a 79. El nuevo siglo se inicia con una recesión económica que coincide con la paralización de construcciones civiles y religiosas, agravándose posteriormente con las guerras fronterizas con Portugal y la incorporación a milicias, el empobrecimiento del campesino, la grave peste que devastó la población y la dura política tributaria del Señorío de Valverde contra el pechero. Estas crisis fueron las causas de tan fuerte caída demográfica y del grave estancamiento económico.
El siglo XVIII se inicia con un lento proceso de recuperación demográfica y una pequeña reactivación económica que produjo ligeras mejoras en las condiciones de vida locales y en el desarrollo de las bases productivas agrarias. Según el Catastro de Ensenada de 1753, Madrigal tenía 30 vecinos censados incluido el capellán, es decir alrededor de 100 habitantes. En 46 años había tenido un incremento del 26,5%. Este censo aporta una novedad: desglosa a los vecinos por profesiones. Además del capellán, había 4 viudas, pobres o menores de edad, 6 pastores o cuidadores de ganado, 12 labradores o ganaderos propietarios, 6 artesanos y 3 profesiones liberales que incluían además de las actualmente conocidas, escribanos, barberos, sangradores, administradores, recaudadores de rentas, arrendadores, cilleros -guardadores de la cámara de granos-, sacristanes, organistas y pregoneros.