domingo, junio 28, 2009

Cáritas, la esperanza de los pobres


El 1 de noviembre pasado escribía en este blog sobre la pobreza y marginación social en España y los datos eran estremecedores. Hace casi ocho meses me expresaba así: Tenemos pobres severos, pobres de "solemnidad" y pobres de extrema pobreza. Entre estos últimos hay un millón y medio de españoles que no llegan a ingresar 3.360 euros al año, es decir una media de 280 euros mensuales, que supone 9,33 euros por día. Y 500.000 hogares sufren, además, situaciones de "exclusión social", es decir de prácticas explícitas de marginación social.

El informe de Cáritas correspondiente al año 2008 no puede dejar insensible a ninguna persona bien nacida. Y los demagogos y espúrios que tanto censuran a la Iglesia católica, deberían gravarse a fuego lento en la lengua y recordar antes de cualquier crítica, el número de peticiones de acogida y asistencia primaria que atendió Cáritas en el año 2008, 597.172 peticiones, ante la escasa o nula protección social que realizan las administraciones públicas. Estas solicitudes de asistencia primaria -productos básicos alimenticios para subsistir y saciar el hambre- se incrementaron en un 50% sobre el año 2007, la cifra más alta en los últimos 40 años. Y en algunas delegaciones, como las de Andalucía y las grandes ciudades, el crecimiento alcanzó el 70%. La crisis económica está aumentando de forma alarmante los pobres de extrema pobreza que antes tenían carencias pero actualmente no tienen nada. Muchas de las personas que habían participado con Cáritas en procesos de inserción social, ante su grave situación de precariedad, se han visto de nuevo obligadas a sufrir situaciones de exclusión social y han acudido de nuevo a solicitar su asistencia.

De los cinco grupos que solicitan ayuda, lo más lacerante son los matrimonios jóvenes con niños pequeños que han agotado su prestación por desempleo y no tienen ningún ingreso. A estos se unen, los hombres solos sin hogar y en paro, las viudas con prestaciones mínimas y los inmigrantes en situación irregular a los que se les ha agravado su condición. En menos de un año los inmigrantes han perdido medio millón de puestos de trabajo. Cáritas descubre a la sociedad y a los poderes públicos el verdadero rostro de la crisis y se presenta como la única esperanza para los pobres.