miércoles, noviembre 11, 2009

Otro histórico batacazo del Real Madrid


Anoche se consumó otro histórico batacazo del Real Madrid en la Copa del Rey eliminado por el Alcorcón, un equipo de la Segunda B del fútbol español. En el anfiteatro de los sueños, ochenta mil espectadores alabaron la gesta épica de David frente al grotesco Goliat. Un gigante pesado, caótico, sin golpeo, sin velocidad y sin talento. La esperanza y las ilusiones han empezado demasiado pronto a desvanecerse. El humo "pellegriniano" se evapora en el aire. El ingeniero, que en tres meses tenía tiempo para haber proyectado la cimentación de un edificio sólido, se ha dedicado a cavar su propia fosa y labrar su mausoleo.

Es asombroso que a estas alturas de la película no conozca a los actores. Anoche lo demostró sobradamente. El guión no pudo ser peor. Gago y Diarrá juntos; dos jugadores con graves carencias técnicas, como pivotes en la línea de creación y Lass, uno de los mejores medio-centro de Europa escorado como lateral derecho. Añadimos a Arbeloa como lateral izquierdo, que siendo un buen defensa, es un partido en que hay que abrir espacio por las bandas -al jugar sin extremos- para romper el sistema defensivo, y arriba cuatro jugadores en el centro de la delantera estorbándose permanentemente: Kaká, Raúl, Higuaín y Van Nistelrooy. El Madrid jugaba sin extremos ni laterales ofensivos por las bandas para abrir el campo. ¿Y dónde estaban de inicio, Xavi Alonso, Marcelo, Guti, Granero, Benzemá y Sergio Ramos? Unos, en el banquillo y otros, castigados o descansando cuando este fin de semana no hay jornada de competición en la Liga española por los partidos internacionales.

Para este caos, no necesitamos un ingeniero que en lugar de dedicarse a "tender puentes" e integrar a la plantilla de jugadores se ocupe en destruirlos. Para remontar un resultado adverso de cuatro a cero hay que poner a los mejores jugadores de inicio y cuando la eliminatoria está resuelta se realizan los cambios adecuados. Presidente Florentino, este resultado y este entrenador no están a la altura de las ambiciones. Primer fracaso absoluto sin paliativos. Y sobre la conformación de la plantilla le voy a trasladar un pequeño secreto. Alguno de los jugadores del Madrid no jugaría en mi equipo de fútbol de veteranos. Alguien ha afirmado que el fútbol es una manifestación cultural semejante al jazz: exige buenos pulmones y capacidad para improvisar a partir de la inspiración, que sólo puede nacer cuando se juega con alegría. La que le faltó anoche al Madrid que jugó con exceso de ansiedad. Así no logramos la excelencia.