La epidemia de gripe que está afectando inicialmente a México y Estados Unidos es una mutación de la variedad de influenza que causó la peor epidemia jamás conocida denominada como gripe española. Ésta es una severa y mortal variante de la gripe aviar, enfermedad vírica, que causó la muerte de más de 50 millones de personas en el mundo durante 1918 y 1919. Fue causada por el virus de la gripe tipo H1N1, principalmente la H5N1 y la H5N2. Esta gripe causó una ingente cantidad de muertos ya que el virus infecta células del pulmón y ocasiona una destrucción del tejido pulmonar afectando a la respiración del paciente. Las personas más proclives a la enfermedad son los jóvenes con un sistema inmune saludable y normal, a diferencia de los niños y los ancianos.
Para contener el brote de gripe porcina en México que ya ha dejado decenas de muertos las autoridades mexicanas han ordenado el cierre de escuelas, bibliotecas y lugares públicos de masiva presencia de espectadores. Los laboratorios que producen los dos medicamentos antivirales contra la gripe porcina son GlaxoSmithKline, que produce el denominado como Relenza, y Roche, que ofrece el Tamiflu. No obstante, en contra de la opinión de los laboratorios, la revista científica The Lancet ha puesto en duda la eficacia de los antivirales en caso de epidemia y ha considerado más eficaz como prevención contra el virus, la higiene y el aislamiento de las personas afectadas. La variedad mexicana ha causado alarma, entre otras razones, por ser la primera vez que se propaga entre humanos.
A las doce de la noche, de hoy domingo, hay ocho personas posiblemente afectadas en España. Parece ser que se trata de personas jóvenes que han estado en México en los últimos días. Se encuentran en observación y en 48 horas se conocerá si realmente están afectados. Canada tiene ya personas afectadas y aparecen casos en otros países. Estamos en el siglo XXI, tenemos más medios, más transparencia, más información y más higiene. Confiemos en que la gripe mexicana no se convierta en una pandemia mundial y que los efectos mortales tanto en México como en otros países, sean moderados.
