Para los políticos, presidentes, consejeros de cajas de ahorros o bancos y adláteres, juzgados, convictos y confesos como golfos, sinvergüenzas y trincones de cualquier signo, siempre quedará- es mi última esperanza en la democracia- un juez libre e independiente o un fiscal anticorrupción que retorne los fondos sustraidos a la caja pública y ponga al cuatrero a buen recaudo entre el muro y el hierro. Lamentablemente, los políticos de cualquier signo nos están enseñando, hoy, que no son los tiempos del caballero andante en favorecer viudas, amparar jóvenes y doncellas, honrar casados ni socorrer huérfanos. Se han perdido las buenas costumbres, la ayuda, solidaridad y solo suena un grito: "Sálvese quien pueda".
Los españoles clamamos en el desierto porque los políticos hispanos, al contrario que los samurais japoneses, no se van hacer el propio harakiri en pleno esplendor de su vida política. Ningún político español quiere tener una muerte política gloriosa como los samurais. ¡Ojo al dato! que diría el célebre García. Los cargos públicos ascienden en España a 445.568 personas según un estudio de la presidencia de Gobierno. Esto nos convierte en el país de la Unión Europea que más políticos tiene. Italia que es el segundo país, tiene la mitad que nosotros, unos 220.000. En el mismo nivel está Francia. Alemania tiene alrededor de 150.000 políticos, es decir casi 300.000 menos que en España, más descentralizada que nosotros, con 16 lander y 82 millones de habitantes. En Alemania hay un político por cada 800 habitantes y en España tenemos un cargo público por cada 100 habitantes. La mayor tasa de paro de Europa y el mayor número de políticos. Parece que hay relación causa-efecto. Según el último padrón del año 2011, España tiene 47.191.000 habitantes. Si tuviéramos la misma proporción que Alemania en el número de políticos por habitante, deberíamos tener 59.000 políticos. Quiere decir que sobran 386.568 políticos en España. Si establecemos un salario medio bruto de 35.000 euros anuales, excluyendo gastos suplidos y otros gastos colaterales de los políticos que podíamos ahorrar, España bajaría cada año su déficit en 13.500 millones de euros, un 52% de ahorro sobre los 26.000 millones anuales que se estima con el ajuste del IVA general al 21%, la eliminación de la paga de los funcionarios, la supresión de la desgravación de la vivienda o la subida en la retención por rendimiento de actividades profesionales.
La reducción de los 13.500 millones de euros o una cifra similar de los sueldos políticos es segura pero el incremento del IVA no va a producir los efectos que se prevén ni los ingresos que se estiman sino que va a aumentar la economía sumergida, muy a pesar del ministro de Hacienda, va a frenar más el consumo y va a producir una profunda recesión económica. Y en relación al IVA general del 21% sobre salarios mínimos, nos hemos puesto por encima de numerosos países de la Unión Europea que o tienen un IVA igual o inferior al nuestro, caso de Alemania o Luxemburgo, o un salario mínimo muy superior como Luxemburgo, 1.801 euros, Irlanda, 1.462 euros, Holanda, 1.447 euros, Bélgica, 1.444 euros, Francia, 1.398 euros o Reino Unido, 1.202 euros. El gobierno de Zapatero fue nefasto pero éste es deprimente. Como ciudadano español, recomiendo a Rajoy y sus ministros económicos que lean alguno de los capítulos del libro de Michael E. Porter que lleva por título Ser Competitivos. ¿Qué es la estrategia? La ventaja competitiva de las naciones. Competir en varias ocupaciones: ampliar la ventaja competitiva mediante una estrategia mundial para que transmitan algún pensamiento positivo o algo de ilusión al que quiera emprender, arriesgar o continuar. Demuestran día a día que han llegado al gobierno de España sin ningún plan estratégico, sin brújula, sin GPS, sin sextante, y ante el barco que se hunde el único S.O.S. es "Sálvese quien pueda". No hay peor viento para el que no sabe a donde va.