sábado, mayo 31, 2008

Con los precios a cuestas


A final de mayo estamos casi en el 5% de subida de precios, con mas exactitud en el 4,7%. El mayor incremento desde el año 1995 y 2,3 puntos superior a mayo de 2007. El peor impuesto para quien vive de su trabajo es la subida de precios. Nuestro dinero vale cada día menos. Con el mismo dinero cada mes podemos comprar menos cosas. La inflación es el alza de precios más dañino para nuestro nivel de vida, disminuye cada día el poder adquisitivo del dinero. La subida de precios es general, excesiva y desordenada. El Gobierno sólo busca culpables externos: el encarecimiento del precio del petróleo y los alimentos. Y omite los productos nacionales que también han sufrido un fuerte incremento de precios sin ningún control. Rodríguez Zapatero sigue negando ingenuamente la existencia de la crisis, como si no la vieran nuestros ojos cada día y la sintieran nuestros bolsillos, y el ministro Solbes supera al avestruz que cuando algo le disgusta esconde la cabeza en la arena. Vive en sus pompas ideológicas y en sus especulaciones teóricas. Cultiva la miopía y está encerrado en su gabinete. Ya ha llegado a su máximo nivel de incompetencia: ser nombrado dos veces ministro. En tres meses ha sido incapaz de tomar una sola medida para paliar el perceptible estancamiento de la economía y la subida de los precios. Alemania también compra petróleo y tiene casi dos puntos menos de inflación que nosotros. Y la generación de riqueza en Alemania y el poder adquisitivo de los salarios es muy superior. El Gobierno despertará de su letargo y su complacencia cuando los trabajadores se echen a la calle para exigir el mantenimiento de su puesto de trabajo y sus salarios. El largo via crucis no ha hecho más que empezar con el sector pesquero.

El precio del barril de crudo se mantiene en 130 dólares. Es uno de los principales componentes de la economía pues su evolución y su alta volatilidad afectan de forma directa a los sectores productivos. Por ello es muy importante conocer en detalle la naturaleza y magnitud del shock del precio del petróleo así como los mecanismos de transmisión hacia los componentes de la inflación. A dos sectores les afectan los precios de forma inmediata: al transporte de personas y mercancías y a la producción de energía. Y estos a su vez lo trasladan necesariamente a la estructura de costos de toda la economía. Sin olvidar la espiral inflacionista en las presiones al alza de los salarios. Durante el período 1998-2006 el precio del petróleo ha crecido a una tasa anual del 23% y sin embargo hemos tenido una inflación moderada. La tendencia se ha roto en el año 2007 que los precios totales aumentaron un 4,2% y la inflación subyacente que exluye los precios de los alimentos frescos y de la energía ascendió a un 3,3%, ocho décimas superior al año 2006.

En cuanto a los alimentos frescos, durante el bienio 2006-2007 y lo que va de año, ha habido un incremento de precios internacionales en las siguientes materias primas: cereales, oleaginosas y leche. Esta elevación de precios ha respondido a una ley del mercado, el crecimiento de la demanda, tanto en economías emergentes (mayor consumo per capita e incremento de la población) como en las economías desarrolladas (por la nueva demanda para la producción de bioetanol y biodiesel. El aumento de costos de estos productos está contribuyendo parcialmente al incremento de la inflación. Los precios del trigo subieron por encima de lo previsto en un 51%, la soja, un 66% y el maíz un 25%. Obedecen asimismo a una clara razón de mercado, la producción de estos productos ha caído mientras que la demanda ha sido creciente con la incorporación de los biocombustibles. Con esto han vaciado sus stocks y se ha producido un pequeño desequilibrio entre producción y consumo. Hay previsiones de las instituciones internacionales de normalización de precios en los próximos años por el aumento de las producciones(FAPRI, OCDE-FAO) pero el crecimiento de la renta y la población en los países emergentes es el factor de mayor peso para que los precios internacionales de los productos básicos se mantengan en los próximos diez años por encima de los existentes en los últimos años. En cuanto a los movimientos futuros del arroz, azucar y leche están en línea con los demás cereales.

Los biocombustibles son una alternativa de diversificación energética especialmente en la OCDE. Hay dos clases de biocombustibles: bioetanol y biodiesel. El primero se obtiene a partir de la caña de azucar, la remolacha azucarera y los cereales. El segundo se deriva de cualquier fuente de ácidos grasos, como puede ser el grano de soja, la semilla de colza, los aceites vegetales así como las grasas animales. La consolidación de la demanda de productos agrícolas para la producción de biocombustibles podría suponer una presión adicional sobre los precios internacionales. Termino con una frase que decía Margaret Thatcher sobre la subida de los precios: La inflación es la madre del paro, y la ladrona invisible de los que han ahorrado.