Blog de Cecilio Serrano Lorente. El título de este blog es una voz castiza española utilizada por el poeta español Fray Damián de Vegas en su libro de Poesías en el siglo XVI
sábado, febrero 16, 2008
La talla de la Virgen de Guadalupe
No hay una fecha exacta sobre el comienzo de la devoción a la Virgen de Guadalupe. Distintos autores la sitúan entre la época de Alfonso X el Sabio (1252-1284)y su biznieto Alfonso XI de Borgoña, El Justiciero (1311-1350). En esta época se narra su aparición junto al río Guadalupe y el encuentro de su venerada imagen. Las antiguas leyendas dicen que se apareció a un pastor, anónimo entonces, e identificado como Gil de Santa María en el siglo XVI y como Gil Cordero en el siglo XVIII. En la Edad Media era habitual que los pastores en su extensa transhumancia por montes y valles encontraran imágenes que los cristianos en su huída de la persecución musulmana guardaban en cuevas o lugares recónditos. Diego de Écija cita las palabras que la Virgen transmitió al pastor en su aparición: No temas que yo soy la Madre de Dios, salvador del linaje humano; toma tu vaca y llévala al hato con las otras, y vete luego para tu tierra y dirás a los clérigos, lo que has visto y decirles has de mi parte que te envío allá, y que vengan a este lugar donde ahora estás, y hallarán ende una imagen mía. Y cuando la sacaren, diles que no la muden ni lleven de este lugar donde ahora está; más que hagan una casilla en la que la pongan. Ca tiempo vendrá en que en este lugar se haga una iglesia y casa muy notable y pueblo asaz grande.
La talla original de la Virgen de Guadalupe es de autor desconocido, en madera labrada y policromada. Es una escultura románica de finales del siglo XII con la Virgen sentada y el niño en su regazo. Una imagen sencilla de inspiración bizantina. Tiene una altura de cincuenta y nueve centímetros y pesa tres kilos novecientos setenta y cinco gramos. Destaca su faz negra, nariz recta, mentón ateniense y grandes ojos. Tiene los pies calzados con zapatos negros. La mano derecha, sustituida en el siglo XV, empuña el cetro. Éste y la corona son del siglo XIV. El Niño, con cara de adulto, está sentado en el regazo de su madre. Es del mismo estilo, época y autor de la Virgen. Mide veintitrés centímetros y pesa doscientos cinco gramos. Su mano derecha es de plata, labrada en el siglo XV en sustitución de la primitiva y en actitud de bendecir. Lleva corona regia.
La imagen ha tenido varias modificaciones. La más antigua se realizó en el siglo XIV para presentarla vestida con suntuosas telas: saya, manto, toca, corona y cetro. Y la más moderna en 1984, restaurada totalmente por un equipo de especialistas formado por Joaquín Arquillo, Silvia Martínez y Juan Abad dirigidos por el catedrático Francisco Arquillo Torres. En 1928 se reforzó la imagen para que soportara el peso de la nueva corona obra del orfebre Félix Granda con motivo de la coronación canónica de la imagen. En 1967 se hizo un importante trabajo de tratamiento contra termitas y otros insectos realizado por Sebastián de la Torre Arredondo. Éste otorga a la talla una excesiva antigüedad y remonta su origen al siglo VI en plena época visigótica. El 10 de agosto de 1975, el catedrático de Arte e Iconografía de la Universidad de Sevilla, José Hernández Díaz examinó minuciosamente la escultura e hizo un valioso informe técnico de la misma que dató como finales del siglo XII. En próximos artículos me referiré a la epoca de construcción del Monasterio e Iglesia.
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