domingo, octubre 05, 2008

El "pánico financiero"


Estamos metidos de hoz y coz en una grave crisis que nuestro ingenioso presidente del Gobierno había pronosticado como la legislatura del "pleno empleo" y se están destruyendo de 90.000 a 100.000 puestos de trabajo todos los meses en España. Ver para creer. Ya había dado numerosas pruebas con anterioridad de que su fuerte no son los pronósticos. Pero su propaganda sigue germinando en tierra abonada. La culpa es de los demás. A los críticos y escépticos en su gestión los denomina antipatriotas. No reconocía la existencia de la crisis en España ni pronunciaba la maldita palabra y los mercados se expresan en términos de "pánico financiero". ¿Será éste el denominado como nuevo socialismo científico?

El diccionario de la RAE define la palabra pánico como Referente al dios Pan. Aplicase al miedo grande o temor muy intenso. Dicen que el dios griego Pan se aparecía repentinamente en las noches y esto causaba terror o daba pánico a la gente. La raíz de dicha palabra tiene, por un lado pan nombre del dios e ico que viene del griego oikos que significa casa, es decir el terror o el miedo que producía la casa o cueva donde habitaba el dios Pan.

Desde el año 1974, en que he estado vinculado al sector inmobiliario, cada diez años se producía una fuerte crisis en el sector y en la propia economía española. Altos intereses de los créditos, fuerte caída de la demanda, destrucción de empleo, bajo crecimiento del PIB, notable incremento de precios e importante déficit público. Pero ésta tiene una connotación muy importante que en ninguna de las anteriores se ha producido y que incrementa su gravedad: la crisis financiera de los bancos. El sistema financiero ha sufrido un cambio importante en los últimos veinte años. Antes los bancos concedían préstamos y mantenían en su balance los activos correspondientes pero en los últimos años los préstamos concedidos los han vendido a distintos Fondos incorporados a títulos de deuda. Estos Fondos han sido los vehículos de inversión de la banca en su estrategia de prestar para vender. Han recibido créditos con la garantía de los títulos que con la crisis han perdido su valor y a su vencimiento no han podido afrontar. Con un agravante, que invertían a largo plazo y se financiaban a corto. La quiebra de estos Fondos altamente endeudados y con hipotecas de alto riesgo ha generado el "pánico financiero" y la desconfianza en los propios bancos arrastrados por una grave crisis de liquidez. A finales del año 2007 estos Fondos poseían activos en sus balances por 2,5 billones de dólares. La caída del precio de los activos inmobiliarios está afectando a otras empresas fuertemente endeudadas cuyos bancos acreedores han tenido que capitalizar total o parcialmente la deuda y realizar una operación de salvación para evitar la quiebra. Ante la grave crisis financiera acompañada de altos tipos de interés, subida de precio del petróleo, espiral inflacionista y caída del consumo, la incertidumbre y la desconfianza se ha extendido a todos los mercados de la economía real, incluido el interbancario y las autoridades monetarias tienen que inyectar liquidez para evitar males mayores. La restricción del crédito en España a todos los niveles, empresariales y particulares, está generando un grave problema de estancamiento económico.

Estados Unidos ha aprobado un plan de rescate con dinero público por la suma de 700.000 millones de dólares para la compra por el Departamento del Tesoro de activos de los bancos o entidades, denominados "tóxicos" vinculados a las hipotecas basura. Resulta complicado establecer criterios de valoración en momentos de "pánico financiero". Los bienes en estos momentos valen lo que alguien está dispuesto a pagar. En Europa y en España el dinero estatal tendrá que salvar a los bancos en dificultades para proteger los ahorros de los ciudadanos. Aunque parece que en la reunión del G-4 europeo celebrada hoy en París se ha decidido que cada Estado europeo resuelva sus propias crisis. Es decir que cada uno se lama sus heridas. Tengo la impresión de que apenas hemos entrado en el túnel y queda mucho para ver la luz.