sábado, enero 10, 2009

Un aeropuerto tercermundista y una ministra incompetente


Como dice el refrán: al perro flaco no le faltan pulgas. Un día es la huelga de celo de los pilotos de Iberia que obliga a suspender numerosos vuelos diarios y a acumular retrasos en las salidas. Después llega la baja médica de siete controladores aéreos y se disminuye el número de pistas operativas al 50%. Y el viernes 9 de enero se produce una nevada de centímetro y medio en Madrid y se cierra durante más de cinco horas el aeropuerto de Barajas. En numerosas ocasiones he tomado tierra y despegado en el Aeropuerto de Montreal con más de un metro de nieve pero las pistas de toma de tierra y despegue estaban como una patena. Aquí con centímetro y medio se produjo el caos y no había máquinas quitanieves para limpiar las pistas. El sábado, 45.000 pasajeros sufrieron retrasos y 571 vuelos fueron cancelados. Los pasajeros mostraron su ira e indignación pero ningún responsable político ofreció la menor explicación. La ministra de Fomento, Magadalena Alvarez responsable de aeropuertos y carreteras no hizo el menor comentario y cuando ha sido forzada a hablar ha declinado toda responsabilidad. Esta ministra junto a algún otro ministro del Gobierno hace tiempo que han llegado a su máximo nivel de incompetencia tras su desastrosa gestión.

El sábado tuvo que intervenir la Guardia Civil en el aeropuerto para sofocar tres graves motines ya que pasajeros de Iberia con destino a Buenos Aires, Montevideo y Lima se negaban a abandonar el avión tras haber embarcado en tres ocasiones. En alguno de estos vuelos estaba todo el pasaje y faltaban los pilotos.

El aeropuerto de Barajas (Madrid) está ofreciendo una imagen tercermundista y es el momento en que la sociedad española no anestesiada exija responsabilidades a quien corresponde