jueves, diciembre 11, 2008

25 Aniversario de la Federación Madrileña de Fútbol Sala


Anoche en el Teatro Buero Vallejo de Alcorcón (Madrid) se celebró la Gala madrileña del Fútbol Sala con motivo del 25 Aniversario de la fundación de la Federación Madrileña de Fútbol Sala. Con este motivo recibí un premio especial como Presidente y fundador de esta Federación. Este pretexto me induce a "salir del armario", abandonar mi seudónimo de Diógenes Madrigal y aparecer con mi nombre de pila: Cecilio Serrano.

Reproduzco mi intervención en la Gala de Premios donde me reencontré con personas muy queridas a las que hacía decenas de años que no había vuelto a ver.

Quiero agradecer a Julio Cabello, actual Presidente, y a toda la Junta Directiva la distinción que en mí han simbolizado como primer Presidente y fundador el 8 de julio de 1983 de la Federación Madrileña de Fútbol Sala que hace justicia –en simbolismo al espacio donde nos encontramos – a los muchos actores madrileños que en estos 25 años han entrado en escena en el deporte del fútbol sala y que están en la mente de casi todos.

De la mayoría tengo buenas referencias pero a los más jóvenes no los he conocido personalmente y de los de mi tiempo tengo que recorrer las largas galerías y los palacios de la memoria, como escribió san Agustín, con el riesgo de recordar a unos y olvidarme injustamente de otros.

Mi culto y reconocimiento a todos los hombres y mujeres del fútbol sala deseo honrarlo en una persona ejemplar, triunfadora, siempre por la causa unitaria durante más de 25 años, Manuel Saorín, cuya muerte conocí en un viaje de trabajo en México el pasado año. Abogo para que perviva su nombre y su recuerdo deportivo y las generaciones presentes y venideras no se resignen al olvido. Sugiero desde mi retiro y distancia del fútbol sala -si no existe ya en Madrid- que un importante Trofeo o Memorial lleve su nombre.

Mi felicitación a todos los que hoy han sido premiados y reconocidos. La historia de este deporte se ha regido por una rutina de casuales amores y casuales discordias. Si tratara de resumirla en dos palabras verificaría que algo precioso, en mi modesta humildad y conocimiento, se ha perdido y que es vital para su futuro desarrollo: el espectáculo deportivo. Confío en que los hombres del fútbol sala puedan recuperarlo por el bien de todos y especialmente por los muchos que le queremos. Decía Robert Kennedy que el futuro no es un regalo, es una conquista.