sábado, mayo 02, 2009

Gran Torino


Alguna vez he hecho mención sobre una específica película en mi blog pero nunca he escrito expresamente de cine. Ayer he visto la que denominan como última obra o testamento de Clint Eastwood "Gran Torino", que espero no lo sea, y me ha parecido prodigiosa. Este americano tiene mucho talento como director e intérprete y una gran personalidad. Detrás de la cámara hay un excelente maestro con sabiduría y mucho oficio. He visto bastante cine en los últimos meses y lo que me desconcierta es que no haya sido premiada con ningún Oscars, ni siquiera nominada. Su presencia como insuperable actor principal lo llena todo. Quizás en exceso. Tiene un papel a medida con momentos memorables y gestos faciales sugerentes y exclusivos. No siendo una comedia está llena de humor y sin ser una tragedia tiene momentos trágicos, dolorosos y emotivos. Es una síntesis perfecta entre el drama y la comedia no exenta de ironía. Como la vida misma. Un relato edificante que ensalza la amistad, rechaza la adulación y el egoismo, fortalece la fe en uno mismo y la superación, repudia el racismo, enaltece la honestidad y remueve la conciencia. En definitiva, una reflexión sobre un pasado oscuro que clama redención.

El guión es aparentemente sencillo, perfectamente construido, conscientemente provocador y muy emotivo. La trama es profunda, intensa y bien estructurada. El ritmo narrativo, perfecto. Los personajes sabiamente tratados. El final brillante, sublime, grandioso. Clint encarna a Walt Kowalski, de origen polaco, un viejo excombatiente de la guerra de Corea, enfermo, cascarrabias, lenguaraz, amargado, solitario, resentido con sus hijos y con los vecinos, asiáticos y latinos, que sólo goza con su perra y con su impoluto y mas preciado tesoro, un Ford Gran Torino del 72. Un anciano inmerso en un mundo que ya no es el suyo. Pero que desde el inicio provoca endemoniadamente la atención, sin atrezo o grandes efectos especiales, y suscita el afecto que transmiten sus buenos sentimientos. En definitiva, un personaje entrañable. Una excelente película que merece la pena ver para disfrutar pero que también, y esto es importante, nos hace pensar. Y como sorpresa final, la voz original de Clint susurrando y cantando en los créditos finales.