domingo, octubre 12, 2008

¿Quién pagará la apocalipsis financiera?


En España serán muchos los contribuyentes a las arcas del Tesoro o familias y accionistas de las pequeñas y medianas empresas que no podrán hacer frente a sus compromisos bancarios y los bancos les ejecutarán los créditos, las garantías o los avales prestados. Las empresas seguirán quebrando y destruyendo más empleo. Y proseguirá la apocalipsis financiera. La economía tristemente es cíclica y no lineal.

Los bancos e "indigentes" cajas españolas necesitan 150.000 millones de euros para hacer frente a sus obligaciones de pago durante los próximos 15 meses. Inicialmente Zapatero, que ha manifestado urbi et orbe que tenemos el sistema financiero y bancario más sólido y solvente de Europa y del resto del mundo, les dará una ayuda pública de 30.000 millones de euros, un fondo superior a lo que gasta el Estado en educación y sanidad, ampliable a 50.000 millones para que tapen sus agujeros realizados principalmente con fines políticos y se capitalicen. Las entidades con mayores problemas de solvencia y liquidez son las cajas de ahorros gobernadas y gestionadas por políticos que nos han cortado el crédito a empresas solventes, no amigas, después de más de diez años como clientes atendiendo puntualmente todos los compromisos, sin avisarnos y rompiendo la práctica bancaria de confianza, para seguir cultivando el amiguismo y los préstamos privilegiados que no responden a criterios de rentabilidad y seguridad. No tardaré mucho en dar pelos y señales, incluso nombres y apellidos. ¿Algún ingenuo piensa que las Cajas españolas no tienen hipotecas subprime o activos tóxicos? A otro perro con ese hueso. En pleno siglo XXI se necesita con urgencia en España una ley sobre Cajas de Ahorros que garantice una gestión eficaz y profesional, la existencia de un código ético, la responsabilidad social corporativa y la transparencia como valor fundamental al margen de la colocación parcial de activos en proyectos de carácter social.

En la actualidad, las pymes tienen graves dificultades para acceder a la financiación bancaria y estas restricciones financieras están poniendo en riesgo su crecimiento y limitando su inversión y desarrollo. Hace cinco años el 99% de las empresas europeas eran medianas y pequeñas. Hoy, en la Unión Europea hay 23 millones de pequeñas y medianas empresas con menos de 250 trabajadores en plantilla que generan la mayoría de los puestos de trabajo en sectores fundamentales para el éxito de la economía. Tres millones de éstas son españolas. El motor de la economía productiva son las pequeñas y medianas empresas, los autónomos y las familias a los que el millonario "plan Zapatero" ha olvidado. Y sin financiación ni incentivos a las empresas no habrá reactivación económica y continuará el colapso financiero y la destrucción de empleo. En estos tiempos de altas tasas de interés las pymes trabajamos para pagar los gastos financieros de los bancos.

De este Plan de rescate público los empresarios exigimos un informe técnico de los criterios de rentabilidad y decisiones a tomar, una gestión eficaz y profesional de este nuevo instrumento financiero bancario de compra de activos no especulativos, transparencia en los precios de adquisición y en la distribución y aplicación de los fondos. Si el "plan Zapatero" resuelve la liquidez del sistema bancario y sigue estancada la actividad económica por falta de crédito bancario a las pymes, los autónomos y las familias, como me temo, el fondo público de 30.000 millones de euros habrá sido un rotundo fracaso. El panorama no puede ser más pesimista y desalentador.