domingo, junio 07, 2009

El armonioso cántico de la sirena Leire Pajín


Esta semana se ha producido en España un hecho prodigioso, mítico: el marinero Rodríguez Zapatero ha caído en la red de la sirena Leire Pajín. El presidente del Gobierno no ha podido resistirse a la poderosa atracción de los sonidos musicales de su sirena. El ciervo ha sucumbido a la música producida por la flauta. El pastor, Argos, ha mostrado gran interés a los sonidos del caramillo tocado por Mercurio. En la mitología, la música armoniosa embaucaba y anulaba la voluntad, engañaba y arrastraba a la perdición. Sólo el héroe Ulises pudo vencer la tentación, de ahí su heroicidad.

Este ha sido el mensaje planetario urbi et orbe, el armonioso cántico de la sirena Leire Pajín: Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE. La coincidencia en el tiempo de Obama y Zapatero en la UE supondrá una esperanza para muchos seres humanos.

En España, la adulación al poderoso ha sido una constante a lo largo de la historia, uno de los grandes vicios del pensamiento político. La adulación muestra un cierto abuso de confianza, en el que el adulador induce al engaño del adulado atribuyéndole capacidades o virtudes de las que carece para obtener algún privilegio, favor o beneficio. Los aduladores suelen ser personajes ridículos o dignos de desprecio. El adulador y el adulado son igualmente despreciables. La adulación es propia de serviles y no de los que tratan a los demás con la consideración y el respeto que merecen. Mi admirado filósofo, Diógenes el Cínico, decía que era preferible caer presa de los cuervos que de los aduladores porque estas aves causaban solamente un daño corporal pero aquellos producían un daño moral. En el siglo XVII, el español Andrés Ferrer de Valdecebro manifestaba que era uno de los mayores males de su época y el origen de las desgracias que estaba sufriendo el país: Nuestras culpas han traido à los desmayos ultimos à la naturaleza (...). Toda su dolencia nace de aver dado entrada facil à la lisonja, y mentira en todos los estados(...) sino huviera ambicion, no huviera lisonja: sino huviera mentira, y engaño, fueran los hombres, hombres, tuvieran las Monarquias paz, y las Republicas aumento. Todo esto falta, porque falta la verdad, que conserva todo esto. Zapatero se ha convertido en el príncipe que tan sólo quiere oir aquello que le complace. La mentira es más dulce, la verdad resulta poco agradable. Quevedo decía: Pues amarga la verdad, quiero echarla de la boca. Gracián expresaba: No hay bocado más amargo que una verdad desnuda. Y Saavedra afirmaba: Porque suele ser amarga la verdad, es menester endulzalle los labios al vaso para que los príncipes la beban. Los aduladores interesados son un grave peligro para la vida en libertad y para la dignidad. Hay que centrarse en la frase evangélica: La verdad os hará libres.