domingo, diciembre 06, 2009

En defensa de los derechos fundamentales en Internet


Como autor de dos obras vinculadas a Chinchón, "Guía Histórica Ilustrada de Chinchón" editada en español y japonés y "Las Clarisas de Chinchón y su tiempo", estoy asociado a CEDRO que defiende mis derechos reprográficos y recientemente los digitales de ambas obras. Pero una cosa es la defensa "simbólica" (por los imperceptibles ingresos que me genera) de mis derechos de propiedad intelectual - la recaudación de la presentación del libro de las Clarisas de Chinchón y la edición del mismo se lo doné a las monjas para ayuda de la rehabilitación del Convento- y otra muy distinta es el control y abuso administrativo que pretende hacer este Gobierno en el anteproyecto de ley de Economía Sostenible de los que somos "blogueros" o utilizamos las autopistas globalizadas de la información para el comercio electrónico deportivo: www.decasport.es (TODO EL MATERIAL DEPORTIVO A TU ALCANCE) o para cualquier otra información o comunicación.

Los Gobiernos de cualquier signo y condición tienen la insana costumbre y pretensión de controlar y fiscalizar nuestras vidas y nuestra libertad hasta sus últimas consecuencias. El afán de poder y la voracidad administrativa de las Comisiones tuteladas de los distintos ministerios son insaciables. Este Gobierno desconoce o prentende ignorar que la generación actual sólo conoce o utiliza las nuevas tecnologías y no tiene conocimiento de las viejas tecnologías o las ignora. Vivimos en tiempos de nuevas formas de comercio, nuevas formas de consumo que conducirán a nuevas formas políticas y a una nueva sociedad cívica.

Internet tiene unas características muy específicas. Es un medio horizontal, punto a punto, interactivo, rápido, plural, participativo, profundamente democrático que nos conecta a unos con otros, como el teléfono, y no un medio vertical como la radio y la televisión donde uno transmite el mensaje a muchos y los demás lo escuchan o lo visionan. Los mensajes verticales y sus contenidos pueden ser manipulados o controlados por los gobiernos públicos desde arriba. Si controlas la opinión pública controlas el mensaje y el público. El medio es el mensaje es la frase que inmortalizó a Marshall McLuhan.

Para este Gobierno socialista, internet es un medio privado, perverso, al que le falta el mediador, el mensajero, el controlador, el censor, el SITEL (Sistema Integrado de Interceptación Telefónica) de turno, el filtro de SGAE. El ciberespacio está incontrolado. Todos somos potencialmente piratas digitales. Clinton en 1996 cometió el grave error de privatizar las nuevas tecnologías de la comunicación. Dejó las comunicaciones en manos de la sociedad civil. Y para el PSOE, entre el estado y el individuo no hay color. González Sinde, ministra de Cultura, quiere monopolizar los derechos legales del ciberespacio y para ello pretende suplantar al juez.



Por todo ello, me adhiero al Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en internet.

1.Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.