sábado, noviembre 08, 2008

Anarquía irracional en el Real Madrid


La grandeza del fútbol no reconoce fronteras sociales, económicas, religiosas o étnicas. Es el espectáculo que despierta mayores pasiones y se presta a millones de juicios, criterios e interpretaciones. Hoy, como practicante y como espectador voy aportar la mía. El fútbol es un deporte colectivo de cooperación y participación simultánea cuyo objetivo último es el triunfo pero su práctica requiere de un análisis, valoración y evolución específica y continuada. El pasado miércoles ante la Juventus de Turín, hoy sábado contra el Málaga y en los partidos que llevamos de temporada, el Real Madrid está mostrando en su estructura de juego una absoluta e irracional anarquía, es decir una ausencia total de orden o de sistema. Y para el rendimiento máximo y el éxito, es imprescindible en defensa, el orden, la organización y la seguridad dejando para el ataque el riesgo y la creatividad.

El Real Madrid parece haber perdido la automatización de los fundamentos técnicos del fútbol y carece de sentido táctico ofensivo y defensivo que es el que define la calidad y rapidez de reacción del jugador frente a una situación del juego. La táctica es fundamental para el rendimiento y el éxito en la competición. Falta dinámica, movilidad -lo que se traduce en acciones ejecutadas a mayor velocidad y creación de situaciones con superioridad numérica- capacidad de percibir, analizar, decidir y ejecutar. El equipo necesita cohesión interna y más trabajo de conjunto. Es uno de los equipos más goleados de la primera división. Con diez partidos jugados lleva encajados 16 goles mientras el F.C. Barcelona con los mismos encuentros lleva 8 en contra. Le faltan señas de identidad claras, apoyos cubiertos entre líneas- hay una gran distancia entre ellas- equilibrio que le ocasiona un mal balance defensivo y ocupación racional de los espacios.

A sus defectos técnicos y principalmente tácticos hay que unir la falta de concentración y atención. La falta de concentración al principio en el primer gol de Turín y en otros encuentros de Liga ha marcado el desarrollo posterior del partido. Lo específico de la concentración es poner los cinco sentidos y no sólo uno de ellos en lo que se está realizando.

Sabemos que el Real Madrid sufre cuando no tiene el control del balón o la posesión del mismo pero carece de un sistema de presión para "achicar" espacios, "robar" el balón y reducir las posibilidades del contrario. No le aprieta al rival en la salida del balón con el objetivo de arrebatárselo y los equipos contrarios llegan con excesiva facilidad a su portería convirtiendo el encuentro en un "toma y daca" con demasiados riesgos. Decía Arsene Wenger que el pressing es una forma de atacar cuando no tienes la pelota. Hacer pressing es ejercer presión en todas las zonas donde el contrario juega o pueda jugar la pelota. En el Real Madrid el pressing es una acción individual de Diarrá, Gago y Sneijder que son los que tienen mejor condición física, continuidad y persistencia en el esfuerzo. Pero el pressing corresponde a todo el equipo y en todas las líneas como lo está practicando el F. C. Barcelona, hasta ahora con bastante éxito.

De cualquier forma, con pressing o sin él, el Real Madrid debe imponer su propio estilo de juego y erradicar la anarquía irracional que le puede conducir esta temporada al fracaso deportivo en todas las competiciones, manteniendo el espíritu de lucha inquebrantable hasta el último segundo que le ha caracterizado a lo largo de su exitosa historia. De sabios es rectificar y Schuster aun tiene tiempo.