domingo, abril 11, 2010

¿Quo vadis Real Madrid?


Algunos de los compañeros y amigos con los que juego a fútbol 7 los miércoles y sábados de cada semana me habían pedido un pronóstico para el clásico con el F.C. Barcelona. Y aunque mi voluntad y mis deseos apostaban por el triunfo blanco mi inteligencia y sereno juicio me aproximaban a la derrota. ¿Por qué? He visto todos los partidos que el Madrid ha celebrado a lo largo de la temporada y a siete partidos de la finalización de la misma el entrenador no ha conformado todavía un once titular de garantía. Ya ha tenido tiempo para conocer las cualidades o defectos de la plantilla y el rendimiento que ofrece cada jugador. El equipo, a estas alturas de la temporada, no tiene carácter propio, un estilo definido ni una específica identidad. Hace un fútbol de "rompe y rasga" basado en la velocidad y desgaste en la condución de Cristiano Ronaldo y en los últimos metros de Higuaín. Falta elaboración, combinación y movimientos sin balón.

Ayer, sin ir más lejos, dejó fuera de la convocatoria a Granero con quien había contado a lo largo de toda la temporada. Puso de titular a Gago con quien no había contado en toda la temporada y se olvidó de Lass que había sido con Xavi Alonso el medio centro más utilizado. Colocó a Sergio Ramos de lateral derecho cuando lo había utilizado como central en partidos importantes con un excelente rendimiento, acompañando a Albiol en el centro de la defensa con Garay, un jugador lento, de escasa técnica y recursos, desplazando a la izquierda a Arbeloa que no es su posición natural, superado en el segundo gol por la velocidad de Pedro y colocando por delante a Marcelo en la línea de creación que fue todo un desastre. Van der Vaar estuvo ausente, autista, y cuando tuvo que mostrar sus dotes y su calidad sólo frente a Valdés marró estrepitosamente. Aciago frente al gol.

El talento creativo de Marcelo y Gago en el centro del campo es nulo y el de Xavi Alonso, siendo bueno, es insuficiente para neutralizar la calidad del Barcelona en la línea de creación. Y el único jugador que tenemos con talento intermitente dentro del campo, Guti, y descerebrado fuera de él, en el banquillo. Claro que entre Gago, Marcelo, Van der Vaar o Guti hubiera apostado desde el principio por este último y no cuando ya perdemos dos, cero. Pellegrini ha fracasado por acción o por omisión. Si no era su plantilla que hubiera renunciado a entrenar una plantilla que no ha conformado. Si la ha aceptado merece un suspenso porque ha fallado en los momentos más importantes y se ha empecinado en el error.

Salvo hecatombe del Barcelona en la Copa de Europa con pérdida de confianza, la Liga está extremadamente difícil para el Madrid. Un año perdido, nuevo terremoto deportivo y nuevo proyecto para la temporada 2010-2011. Empecemos definiendo un estilo y haciendo un equipo.