Hoy, a las 14,00 hora española, 20,00 en Pekín se inaugura la 29ª edición de los Juegos Olímpicos. La ceremonia de apertura ha sido planificada por el director de cine chino Zhang Yimou. No dudo que será espectacular. No obstante, el esplendor económico chino queda oscurecido por el asfixiante y represivo régimen comunista que anula toda clase de libertad política y de expresión. La restricción de los derechos humanos en Tibet y Sudán es manifiesta. El Gobierno español ha hecho una recomendación a los atletas españoles: competir y callar. Por ello, ninguno ha firmado la carta dirigida por 127 atletas de todo el mundo al presidente chino Hu Jintao reclamando mayor libertad en China, a través de Amnistía Internacional. Resulta sorprendente en pleno siglo XXI, que se adjudiquen sedes de Juegos Olímpicos a países que violan gravemente los Derechos Humanos. Debería ser la primera máxima de la Carta Olímpica: el respeto a los Derechos Humanos para ser sede olímpica.
